De las reuniones clandestinas y la primera tractorada al primer Congreso
En los estertores de la dictadura franquista, el sector agrario riojano no era ajeno a los aires de libertad y cambio que existían en la sociedad española. Máxime cuando los pueblos riojanos estaban asistiendo a la desbandada de sus más jóvenes habitantes, que escapaban de una realidad económica y unas costumbres muy distantes de las que se vivían en las ciudades. Es en este contexto donde los elementos más activos del agro riojano comienzan a reunirse clandestinamente en bodegas y sacristías, hospedados en este caso por algunos curas progresistas del medio rural.
Estos movimientos fueron concretándose en organizaciones de agricultores locales, fenómeno que se dio en todo el país alrededor de 1976, y que confluyó en los “Encuentros de Organizaciones Agrarias”. El cuarto de estos encuentros, que supuso la consolidación de los contactos entre las diferentes organizaciones campesinas provinciales, tuvo lugar el 14 de noviembre de 1976.
En La Rioja, de las reuniones en Santo Domingo de la Calzada surgió la Unión de Agricultores, extendiéndose rápidamente la idea a la zona de Nájera y a Rioja Baja (con Aldeanueva de Ebro como primer lugar de reuniones).
La famosa tractorada de febrero-marzo de 1977
Si ya los ganaderos asturianos y cántabros se habían movilizado contra los precios de la leche, en La Rioja las primeras protestas se produjeron 1973, con las llamadas “guerras” del tomate y del pimiento. En los años 74 y 75 el protagonista fue el espárrago, mientras que durante 1976 subieron los precios del petróleo y sus derivados. A todo esto se sumó que los excedentes productivos propiciaron la caída de precios de varias producciones agrarias, caldo de cultivo en el que surgió la primera y gran tractorada de 1977.
En esta ocasión el detonante fue el cultivo de la patata, y la prohibición de una asamblea de agricultores en Santo Domingo de la Calzada, el 18 de febrero de 1977. Dos días después, “una culebra de luces” se fue acercando a La Degollada, en la carretera nacional 120. El día siguiente se sumó el resto de La Rioja y otras parte de España, y los agricultores y sus tractores acamparon masivamente durante 20 días”.
Tras las intensas e ilusionantes jornadas en la carretera, los agricultores y ganaderos más involucrados en el movimiento fueron dando forma al nuevo sindicato en los siguientes meses, hasta presentar en el Gobierno Civil (al amparo de la recién aprobada Ley 19/77 de 1 de abril reguladora del Derecho de Asociación Sindical) los Estatutos de la Unión de Agricultores y Ganaderos de La Rioja. Era el 17 de junio de 1977.