Tras la reunión del miércoles entre en la Consejería de Agricultura y las OPA, criticamos la dejadez del Gobierno riojano al no crear las mesas de trabajo que reclama el sector agrario para abordar la situación crítica que atraviesa. Respecto a la ayuda de vendimia en verde, no compartimos la penalización hacia los agricultores profesionales planteada por la Consejería de Agricultura en la Orden publicada.
El miércoles 26 de marzo nos reunimos las Organizaciones Profesionales Agrarias riojanas con responsables de la Consejería de Agricultura y Ganadería, cita en la que nuestros representantes constataron, más allá de las buenas palabras, la dejadez del Gobierno riojano a la hora de responder a las demandas que el sector agrario riojano ha expresado en los últimos tiempos. Es la conclusión que sacamos, dado que el Gobierno se niega a crear las cuatro mesas reclamadas por las OPA el pasado día 15 (Ganadera, Económica, Ley de la Cadena Alimentaria, Política Agraria-Seguros Agrarios y Ayudas directas).
Gran parte de la reunión versó sobre la recién publicada ayuda a la vendimia en verde, punto en el que los representantes de la UAGR criticamos que la Orden se haya publicado sin respetar la conveniente transparencia, y sin haberse establecido el pertinente periodo para aportar alegaciones y propuestas a su contenido. Desde la Unión expresamos especialmente el malestar por la penalización hacia los agricultores profesionales, al primarse las solicitudes menores de 4,5 hectáreas. La explicación de la consejera de que esa cantidad es la media de los titulares de viñedo no satisface al sindicato, ya que la de los agricultores profesionales es muy superior a 4,5 hectáreas, por lo que este colectivo se ve perjudicado al recibir menor puntuación que quienes seguramente cuenten con otras actividades para complementar sus ingresos.
La consejera también sostuvo que los viticultores tienen que seguir con sus relaciones comerciales con las bodegas, aun solicitando la vendimia en verde. Desde la Unión insistimos en que las relaciones comerciales con las bodegas se tienen que mantener pagando las uvas por encima de costes. Lamentablemente, respecto a esta medida tan beneficiosa para los viticultores con problemas para colocar o cobrar dignamente sus uvas, constatamos que continúan desde la administración los intentos para desincentivar la solicitud de esta ayuda.
Al hablarse de la ayuda a la destilación, desde la Unión volvimos a defender que el porcentaje de la ayuda se establezca por tramos, primando a los pequeños elaboradores frente a las grandes bodegas; y que no puedan acceder a esta ayuda las partidas de vino que han sido objeto de compraventa previa.