No es magia aunque algunos lo crean, es trabajo duro, sacrificio, dedicación y entrega. Labrar la tierra, recoger los frutos, mirar constantemente al cielo y cuidar el ganado.
Bueno, visto así, este mundo sí que tiene algo de mágico. Conseguir levantarnos día a día dedicándonos por y para el campo.
¡Felices fiestas compañer@s!