Desde el comienzo del año el lobo se está cebando en un rebaño de Mansilla de la Sierra, devorando 15 ovejas en varios ataques. Desde la Unión exigimos que se agilicen los pagos y se flexibilicen las ayudas tras los ataques a los rebaños.
El lobo ocasiona graves pérdidas económicas a los ganaderos, perjudicando una actividad económica vital para la supervivencia de muchos pequeños municipios serranos de nuestra comunidad.
El manejo de los animales en la Sierra es muy diferente al que se trabaja en el Valle: Si en los terrenos llanos y fértiles el pastor saca a pastar al rebaño, en los escarpados terrenos de la sierra los rebaños no se pueden sacar a pastar en conjunto, sino que se sueltan y ellos solos recorren en pequeños grupos tan amplios territorios. Pero todo esto se trunca si el ganadero tiene que recoger el ganado para encerrarlo ante la amenaza del lobo, cuestión inviable en la mayoría de los pueblos de la montaña. Además se pierden los pastos naturales de alta montaña, donde más ataques se producen.
Ante la presencia del lobo en los montes riojanos, además de las medidas de control pertinentes dentro de la legalidad que permite la Unión Europea, exigimos que se agilicen los pagos y se flexibilicen las ayudas tras los ataques a los rebaños. Los ganaderos tienen graves pérdidas de renta a las que tienen que enfrentarse en solitario, ya que solo cobran por los cadáveres recuperados y declarados como atacados por el lobo, mientras que no son resarcidos por los animales desaparecidos tras los ataques y que nunca aparecen, los heridos que acaban muriendo o disminuyendo el número de crías ni los abortos que el miedo sufrido ocasiona con posterioridad.
A continuación publicamos un vídeo del ganadero buscando las ovejas atacadas por el monte: