La Consejería de Agricultura ha presentado esta mañana el estudio de costes de producción y precios medios del sector vitivinícola riojano para 2021, del que se extrae que gran parte de la uva se vendió por debajo de los costes de producción, incumpliéndose la Ley de la Cadena Alimentaria.
Según ha informado la Consejería, tan solo el 34% de la uva tinta producida por los viticultores riojanos el año pasado se vendió por encima de 0,71 euros/kilo, cubriendo los costes de producción. En cambio, del 43% que se vendió por debajo del coste medio marcado por la Consejería (0,67 euros/kilo para uvas tintas), un 20% del total de la uva producida en La Rioja no alcanzó los 0,64 euros/kilo, lo que supone grandes pérdidas para el viticultor. Por ello entendemos que más de la mitad de la uva se vendió sin rentabilidad para los viticultores riojanos.
Consideramos además que el coste medio estimado por la Consejería en 0,67 euros/kilo para las uvas tintas se queda corto, ya que no se incluyen las horas que el viticultor realiza en conceptos de gestión burocrática, supervisión de las parcelas, compra y traslado de fertilizantes y fitosanitarios… Tareas todas ellas que ocupan gran parte de la jornada laboral de los agricultores, que no se contemplan en el estudio, y que sin duda elevarían la cifra del coste de producción, acercándose más a la realidad.
Solicitamos también que este coste de producción se publique al finalizar la campaña, para que este estudio sea de utilidad para los viticultores. Por todo lo anterior, continuamos exigiendo a la Administración, tanto regional como estatal, una implicación mucho mayor en la persecución de este incumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria; y a las bodegas, que se comprometan a pagar las uvas claramente por encima de lo que cuesta producirlas, máxime en esta campaña marcada por un gran aumento del precio de todos los productos que emplean los viticultores para cuidar las uvas, a lo que hay que añadir un recorte de los rendimientos permitidos en la DOC Rioja y una más que posible merma de la producción debido a las olas de calor que las viñas están sufriendo durante 2022.