Requerimos nuevas actuaciones en varias de las relaciones comerciales de 2021 inspeccionadas por la Consejería de Agricultura.

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Después de la presentación de los resultados del Plan del Control de la Ley de la Cadena Alimentaria en La Rioja por parte de la Consejería de Agricultura, solicitamos que se profundice en la investigación de varios expedientes y se inicie el proceso sancionador en los casos en los que se ha detectado la inexistencia de contrato de compra-venta de vino a granel.

El pasado día 10 se presentó a las Organizaciones Profesionales Agrarias el resultado del Plan del Control de la Ley de la Cadena Alimentaria en La Rioja, realizado por la “Autoridad de Ejecución” que tiene que velar por el cumplimiento de la citada Ley en nuestra Comunidad (la Dirección General de Desarrollo Rural y Reto Demográfico).

En primer lugar, cuestionamos que la inspección de oficio de 2022, realizada durante los meses de agosto o noviembre, se hiciera exclusivamente a operaciones realizadas en la vendimia de 2021, lo que permite a los investigados adaptar sus contratos al cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria.

Tras analizar los datos aportados, cuestionamos el resultado dado a varios de los expedientes, ya que en nuestra opinión no son conformes a la Ley de la Cadena Alimentaria. Algunos de ellos corresponden a operaciones de venta de vino a granel sin el contrato obligatorio entre dos empresas vinculadas al mismo propietario. La “Autoridad de Ejecución” ha traslado una consulta a la AICA (Agencia de Información y Control Agroalimentarios) para que aclare la legalidad de estas operaciones. Por el contrario, entendemos que siempre que se trate de una relación comercial (con emisión de factura y pago), y no de un movimiento interno, aun tratándose de empresas vinculadas, ha de firmarse el pertinente contrato, por lo que en lugar de consultar a la AICA se debe iniciar un procedimiento sancionador.

Otros casos son los contratos detectados con precios de compra de uva muy por debajo de los costes medios publicados por el Observatorio de Precios de la Consejería de Agricultura para la campaña 2021 (0,67 euros/kilo para uva tinta en vaso y 0,68 para uva tinta en espaldera). Ante esta situación, con operaciones de hasta un 26% por debajo de la media de los costes de producción, entendemos que la “Autoridad de Ejecución” debe continuar con estos expedientes para evaluar que se cubran los “costes efectivos de producción” de los viticultores afectados.

Aun estando el contrato correctamente firmado, o incluso con la correspondiente cláusula de que “el precio cubre los costes de producción”, la falta de poder negociador por parte del productor y la posición de dominio en las relaciones comerciales de la industria transformadora han de ser vigiladas, controladas y, en su caso, sancionadas por parte de las autoridades competentes. Instamos a que en estos expedientes se soliciten los diferentes gastos de producción soportados en las explotaciones implicadas, para verificar correctamente que el precio ofertado cubre los costes efectivos de producción (siguiendo la metodología del Observatorio de Precios de la propia Consejería).